El Velorio de un Papa El velorio de un Papa: un rito de fe y esperanza El velorio de un Papa no es solamente un momento de recogimiento y duelo para los fieles católicos del mundo, sino también una ceremonia cargada de signos, símbolos y reliquias que conectan con la tradición milenaria de la Iglesia. Tras la muerte del Papa Francisco, estos elementos volvieron a ocupar un lugar central en el ritual, transmitiendo un mensaje de continuidad, fe y esperanza. El Evangelio sobre el féretro: signo de la Palabra vivida Una de las imágenes más características del velorio papal es la del libro de los Evangelios colocado sobre el féretro. Este gesto, que comenzó a realizarse oficialmente en el funeral de Juan Pablo II, simboliza que el Papa vivió su vida a la luz del Evangelio, y ahora reposa bajo esa misma Palabra. Es un signo elocuente de su misión cumplida como predicador y servidor de la fe cristiana. La cruz pastoral y el rosario Junto al féretro, se exhibe la cruz pastoral del pontífice, una pieza que utilizó durante su papado en las liturgias públicas y que representa su rol como guía espiritual del pueblo. En el caso de Francisco, se trata de la cruz de plata que lo acompañó desde el inicio de su pontificado, sencilla y sin adornos, en sintonía con su estilo austero. También suele colocarse un rosario entre las manos del Papa fallecido. Esta reliquia representa su devoción mariana y su confianza en la intercesión de la Virgen, una figura central en su espiritualidad personal. Francisco, especialmente, tuvo una profunda relación con la Virgen de Luján, patrona de Argentina, y con María, en su advocación de Madre de la Iglesia. El palio y el anillo del pescador El palio es una reliquia litúrgica que simboliza la autoridad del Papa como arzobispo de Roma y su comunión con todas las diócesis del mundo. Es un ornamento tejido con lana de cordero bendecida, evocando la figura del pastor que cuida a su rebaño. Durante el velorio, suele colocarse como parte del atuendo final del pontífice, junto con el anillo del pescador, que en vida portaba como signo de su sucesión directa de San Pedro. Tras su muerte, el anillo del pescador es retirado y posteriormente destruido de forma ceremonial para evitar su uso indebido, pero durante el velorio permanece visible como signo del ministerio que ejerció. Reliquias de santos y objetos personales En ocasiones, también se colocan cerca del féretro reliquias de santos a los que el Papa tenía especial devoción, como san Francisco de Asís, en el caso de Jorge Mario Bergoglio. Estos objetos sirven como una manera simbólica de mostrar la comunión de los santos y la continuidad de la fe a lo largo de los siglos. A veces, incluso se incluyen objetos personales significativos, como libros de oración, imágenes religiosas o pequeñas cruces que el Papa conservaba en su habitación privada.